[Fuente]
El movimiento Dada surgió a la
vez en Suiza y Estados Unidos en 1916. Desde Zurich se expandió hacia Alemania
y hacia Francia. En París es ya el movimiento de moda en 1923. El movimiento
Dada tiene la particularidad de no ser un movimiento de rebeldía contra otra
escuela anterior, sino que se funda en un cuestionamiento de todo el marco
conceptual del arte y de la literatura de antes de la Primera Guerra.
El grupo de Zurich
Suiza, a partir del estallido de
la guerra en 1914, se convierte en un centro de refugiados pacifistas de toda
Europa. Allí se encontraron todos los disidentes de otras escuelas previas,
tales como el expresionismo alemán, el futurismo italiano o el cubismo francés.
En 1916, en Zurich, un grupo de artistas instalaron en una cervecería un
pequeño cabaret, al que bautizaron como "Cabaret Voltaire". Allí se
reunieron el filósofo Hugo Ball, el poeta Tristan Tzara, el pintor marcel
Janco, ambos refugiados rumanos, y el pintor alsaciano Jeans (Hans) Arp. A
partir de ese encuentro comenzaron una serie de actividades en el cabaret así
como editaron la revista que llevaría el nombre de "Dada"
Tristan Tzara pronto se convirtió
en el promotor y principal exponente del movimiento Dada. Entre él y Hugo Ball
dieron sustancia a la teoría dadaísta.
El origen del término Dada es
confuso y controvertido. De acuerdo con la versión de Tzara y Ball, la palabra
surge de la casualidad: abriendo las páginas de un diccionario con la ayuda de
un cuchillo, el primer término señalado fue ese: dada. De acuerdo con otras
versiones, fueron los camareros del Café Terrasse, lugar donde se solían
encontrar estos artistas centroeuropeos, quienes identificaron primeramente al
grupo como dada: para esos camareros, las lenguas habladas por aquellos
emigrados eran incomprensibles, salvo la sílaba "da-da" ("sí,
sí", en ruso y otras lenguas).
En pocos meses los espectáculos
del café Voltaire fueron famosos en la ciudad Suiza. El espectáculo dadaísta
había nacido, cargado de provocación, tendencia agresiva, propuestas ilógicas y
absurdas.
En 1917 Francis Picabia, un
pintor francés, refugiado también en Suiza entra en contacto con Tzara. Ambos
darán sentido al Manifiesto Dada de 1918, posiblemente el documento más
importante del movimiento dadaísta de Zurich. Tras el fin de la guerra, el
dadaismo cautiva a los artistas vanguardistas de París, produciéndose un
resurgimiento del mismo. El Zurich dada, con la diáspora de sus refugiados, se
había acabado.
El grupo de Nueva York
También la declaración de guerra
llevó a la ciudad americana a grupos de artistas refugiados. Entre ellos hay
que destacar a Duchamp y Picabia. Allí se integraron con las corrientes
vanguardistas que desde comienzos del siglo se estaban gestando en Harlem,
Greenwich Village y Chinatown. Aunque Nueva York no era Zurich, ni existía ese
clima de refugiados políticos de la ciudad suiza, el espíritu iconoclasta,
recalcitrante y nihilista fue idéntico. En marzo de 1915 nace la revista "291",
nombre tomado del número de la casa ocupada por una galería de arte en la
Quinta Avenida. Duchamp, Picabia, Jean Crotti, como europeos refugiados, junto
con los americanos Man Ray, Morton Schamberg y otros dan vida al dada
neoyorquino.
El grupo de Berlin
Tras la guerra, Alemania entra en
una crítica situación. Tras la revolución bolchevique, el partido Espartaquista
alemán -la izquierda socialista- ensaya también la revolución en Alemania. En
toda esa agitación social un grupo de artistas van a incorporarse a las tesis
izquierdistas: será el Movimiento dadaista.
Procedente del grupo de Zurich,
Richard Huelsenbeck, trae a Berlin el espíritu dadaista, pero mucho más radical
contra las anteriores escuelas vanguardistas (futurismo, cubismo). Junto con el
poeta Raoul Hausman promueve declaraciones y manifiestos a partir del
"Dada Club". Junto a los anteriores destacarán el pintor Georg Grosz,
agudo crítico del militarismo y del capitalismo alemán de aquellos años, y los
hermanos Herfelde, uno famoso divulgador
de la técnica artística del fotomontaje, otro indispensable editor de las obras
dadaistas de aquellos años.
El movimiento dada berlinés
pasará a la historia por la incorporación de las nuevas técnicas artísticas de
difusión de ideas entre las masas, principalmente el fotomontaje. La
constitución de la República de Weimar en 1919 marca el fin de los proyectos
políticos dadaistas y la resituación de este grupo en los marcos artísticos.
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