DADAÍSMO

Dadaísmo
[Fuente: http://www.masdearte.com/]


Surge en el contexto de la Primera Guerra Mundial, cuando muchos jóvenes se cuestionan la lógica de una cultura que permite conflictos de esta envergadura y ello los lleva a proponer soluciones que pasan por la irracionalidad, la intuición y la anarquía.

El movimiento dadá implica una actitud más que un estilo, un planteamiento negativo y destructivo que propone la revisión de las tradiciones y convenciones artísticas existentes hasta entonces. Nace en la Suiza neutral en Zúrich, refugio de numerosos intelectuales y artistas, en las veladas poéticas del Cabaret Voltaire. Aquí TzaraBallArp, entre otros, eligen al azar en un diccionario el término dadá que carece de un significado especial y que supone la utilización de la burla como arma artística capaz de destruir los principios más arraigados. Al tiempo en Nueva York, PicabiaMan RayDuchamp, crean un grupo similar que utiliza la provocación y la ironía de forma subversiva. En 1918 se unen a los europeos y el dadaísmo se extiende por toda Europa. No tienen un programa coherente, pues su actitud es de rechazo contra lo establecido y ello les conduce a la desmitificación de la obra de arte y su concepto. El dadaísmo deja en herencia al arte del siglo XX valores trascendentes, como es la importancia de la imaginación, el azar y el automatismo que recoge el surrealismoy, más adelante, el expresionismo abstracto; así como la desaparición de la validez única de los géneros artísticos convencionales para primar la idea de proceso artístico frente a la de producto u obra de arte, anticipo de los happenings. En la creación artística es tan importante el artista creador como el espectador que es quien completa la obra. Deviene de ahí la justificación del objeto encontrado, y la obligación del destinatario de cuestionarse las realidades artísticas ya aceptadas.

ENLACES

Archivo Dadá
Archivo Dadá (Eng)
Archivo Dadá- Situacionistas (Eng)
Bibliografía



Revista Dadá, núm. 3 , 1918




Primera Feria Internacional Dada, Berlín 1920











George Grosz vestido de ‘Muerte Dadá’,  Berlín de 1918.



“El arte está muerto”,
Grosz y Heartfield en la fiesta Dadá 
de Berlín, 1920









Arp. Collage ordenado según las leyes del azar, 1916



Hausmann. El crítico de arte, 1919





Duchamp. Rueda de bicicleta, 1913








Duchamp, Fuente, 1917




Rrose Sélavy, 1921 (Duchamp)


A PROPÓSITO DE LOS “READY-MADES”. Marcel Duchamp [Fuente]

En 1913 tuve la felíz idea de fijar una rueda de bicicleta sobre un taburete de cocina y de mirar cómo giraba.

Unos meses más tarde compré una reproducción barata de un paisaje de atardecer invernal, que llamé “Farmacia” tras haberle añadido dos breves toques, uno rojo y el otro amarillo, al horizonte.

En Nueva York, en 1915, compré en una quincallería una pala de nieve sobre la que escribí: “En previsión de brazo roto” (In advance of the broken arm).


Fue por esa época cuando se me ocurrió la palabra “ready-made” para designar esta forma de manifestación.


Hay un punto que quiero establecer muy claramente y es que la elección de estos ready-mades nunca me vino dictada por ningún deleite estético. Esta elección se basaba en una reacción de indiferencia visual, adecuada simultáneamente a una ausencia total de buen o mal gusto… de hecho una anestesia completa.

Una característica importante: la breve frase que en cada ocasión inscribía en el ready-made.

Esta frase, en lugar de describir el objeto como lo hubiese hecho un título, estaba destinada a transportar la mente del espectador hacia otras regiones más verbales. A veces añadía un detalle gráfico de representación: llamaba a eso para satisfacer mi tendencia a las aliteraciones, “ready-made ayudado” (“ready-made aided”).


Otra vez, queriendo subrayar la antinomia fundamental que existe entre el arte y los ready-mades, imaginé un “ready-made recíproco” (Reciprocal ready-made): ¡Utilizar un Rembrandt como tabla de planchar!


No tardé en darme cuenta del peligro que podía haber en usar sin discriminación esta forma de expresión y decidí limitar la producción de los ready-mades a una pequeña cantidad cada año. Comprendí por esa época que, para el espectador más aún que para el artista, el arte es una droga de hábito y quise proteger mis ready-mades contra una contaminación de tal género.

Otro aspecto del ready-made es que no tiene nada de único… la réplica de un ready-made transmite el mismo mensaje; de hecho casi todos los ready-mades que hoy existen no son originales en el sentido usual del término.

Una última observación para concluir este discurso de egomaníaco: Del mismo modo que los tubos de pintura empleados por el artista son productos manufacturados y ya hechos. Debemos concluir que todas las telas del mundo son ready-mades ayudados y trabajos de acoplamiento.

Marcel Duchamp, 1961.




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